Mantener la mayor parte del arbolado existente y dar una adecuada respuesta a la arquitectura de gran valor patrimonial que preside la plaza, ha sido la base de la propuesta.
Un lugar tranquilo en el que el mobiliario urbano se reduzca al indispensable.
Se mantiene la configuración en dos planos.
El resto de mobiliario lo constituyen discretas luminarias en la plaza y otras tipo baliza frente a la iglesia.
Se pavimenta la plaza con baldosas de mármol verde con distintas texturas y despieces.